Homero, el secretario con pies de barro
14 diciembre, 2022
Por Martin Ruiz
Cuánto tiempo más tendrá que pasar para que el soberbio secretario de Educación, Homero Meneses Hernández, entienda que para desempeñar ese cargo no sólo se necesita una adecuada formación profesional sino una enorme capacidad política y de negociación para mantener el sector en paz y trabajando.
Nadie podrá negar que Homero Meneses domina perfectamente temas de educación y que leyó varios textos de líderes de izquierda que hoy utiliza en sus estrambóticos discursos para parecer honesto, austero, justo, impoluto y hasta congruente, pero que en los hechos pocos le creen porque acusa y no prueba, porque se queja y no soluciona, porque presume transparencia y es opaco, porque descalifica y no corrige, porque ve corrupción y la solapa, porque quiere y no puede.
En Tlaxcala aunque parezca una burla, existe un secretario de Educación sometido a los caprichos de una poderosa líder delegacional del SNTE, Wendolyn Amaro Ramírez, quien ya ha demostrado a lo largo de los últimos 16 meses que puede cerrar las oficinas centrales de la dependencia cuando quiera y con el pretexto que mejor le parezca, pues sabe que ante ella existe una piltrafa de funcionario que tiene pavor de enfrentarla.
Después de los ridículos que hicieron los últimos secretarios de Educación en el gobierno del ex priista y hoy morenista José Antonio Álvarez Lima hace 23 años, en la entidad no se había visto un encargado tan débil y torpe como Homero Meneses que es incapaz de mantener abiertas las instalaciones de su dependencia para dar los servicios a los que está obligada.
En la pasada administración cuando el castrado gobernador priista Marco Antonio Mena Rodríguez designó al engreído académico Manuel Camacho Higareda como secretario de Educación Pública, se llegó a pensar que el sector se volvería un caos por su falta de experiencia, sin embargo ese colaborar con dotes de poeta logró manejar sin problemas esta complicada área del gobierno, lo que hoy sencillamente no se ve por ningún lado.
Después de que el viernes pasado fracasó el intento de Homero Meneses por hacerse del control de la Delegación D-III-1 del SNTE, pues el proceso no se llevó a cabo por falta de quórum legal, ayer los trabajadores encabezados por su aguerrida dirigente Wendolyn Amaro tomaron las instalaciones de la Secretaría de Educación Pública del Estado-Unidad de Servicios Educativos del Estado de Tlaxcala en demanda de que las prestaciones de fin no fueran entregadas en la Sección 31 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) que controla el ladino líder, Cutberto Chávez de la Rosa, porque al final les quita poder de negociación y los “regalos extras” que suele conseguir esa influyente representación sindical.
En pocas palabras y para ser más claros, a Wendolyn Amaro y a los cerca de 1,500 trabajadores sindicalizados, de honorarios y de confianza no les pareció correcto ir a recoger su pavo, su canasta básica y su regalo (Al parecer una freidora de aire) a las instalaciones del SNTE, cuando tradicionalmente se los entregaban en su centro de trabajo y en donde además siempre recibían un extra como una botella y otros regalos como bicicletas.
Obviamente esa decisión molestó a los sindicalizados y a su implacable dirigente que después se quejó de las despensas rasuradas y de los productos de mala calidad que contenían, con lo cual justificó en todo momento la absurda decisión de cerrar las instalaciones de la Secretaría de Educación Pública.
La respuesta de las autoridades se limitó a emitir un comunicado de prensa que evidencia claramente la debilidad de Homero Meneses y de la actual administración.
“Un grupo de trabajadores decidió tomar las instalaciones de la USET con el argumento de que no desea recibir la despensa y el pavo de manos de la sección 31 del SNTE. Por esta razón, se informa a quienes tengan trámites que realizar en esta Unidad de Servicios Educativos que las actividades del día de hoy estarán suspendidas, lo que implica retraso en los diversos procedimientos incluida la recepción del resto de pavos y despensas en camino; sin embargo, se entregará lo que hasta este momento tenemos en el edificio de la Sección 31 (SNTE), en razón de atender a un aproximado de mil trabajadores durante este día y el resto en cuanto sea posible recibirlos.
“La entrega de todos los beneficios que tanto el gobierno de México y Tlaxcala otorgan a los trabajadores han estado y están garantizados. Seguimos y seguiremos al pie de la letra con la normatividad que implica la transparencia y honestidad en el manejo de recursos públicos”.
Es ridículo y vergonzoso lo que pasa en la Secretaría de Educación Pública de Tlaxcala. El reparto de los pavos y despensas provoca el cierre de la dependencia. Increíble, pero cierto.
Al paso que vamos, seguramente en enero también se podría organizar otro paro de labores porque el esposo de Wendolyn Amaro no recibió el contrato para comercializar las roscas de reyes que compra esa dependencia o porque ese tradicional pan no tenía el tamaño o el sabor que tenían las roscas de años anteriores.
Patético, no lo cree usted.
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