CLUB DE IMBÉCILES
29 De Julio - 2019
Por Edgardo Cabrera
Los levantadedos locales tienen el enemigo adentro. Sus desvaríos, imprecisiones e improductividad se derivan no sólo de su falta de talento, sino también de los funcionarios impuestos por compadrazgo, amiguismo y hasta fraternas relaciones.
Es el caso de dos áreas que en reiteradas ocasiones han colocado en aprietos y ridículos a sus patrones: Secretaría Administrativa y la de Comunicación y Relaciones Públicas.
En la primera, su titular Nils Gunnar Jaime Robles Andersson enloqueció, la semana pasada intimidó y agredió a mi compañero reportero José Luis Ahuactzin Ávila por el simple hecho de que le incomodó la información documentada con relación a los 136 becarios asignados al Congreso de Tlaxcala.
No sólo le bloqueó el acceso al Congreso del estado el jueves pasado, sino que dispuso de personal de seguridad para llevarlo ante él y reprocharle lo publicado semanas atrás. Como si se tratara de un delincuente, Ahuactzin estuvo custodiado por dos elementos quienes afuera de la oficina de Nils aguardaban como perros guardianes las indicaciones de su amo.
De dicha agresión ya tiene conocimiento la organización Artículo19 para el acompañamiento legal que se emprenda en contra del funcionario por la agresión a la libertad del ejercicio periodístico.
En el terreno profesional, Nils no puede reprochar nada, la información de los 136 becarios del programa federal Jóvenes Construyendo el Futuro fue debidamente corroborada con una solicitud de información, amén de ser documentado el hacinamiento y la ausencia de un programa de capacitación para los beneficiarios que lo mismo están sentados, que revisando su celular, agotando las horas y esperando alguna indicación.
El funcionario asegura que son sólo 36 los becarios, pero los documentos oficiales, incluso las declaraciones de Irene Payán Reyes, coordinadora del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, lo contradicen.
Para rematar, Nils tendrá que rendir una explicación del porqué desde el pasado viernes ordenó a personal de seguridad seguir “a todos lados” dentro del Congreso a José Luis Ahuactzin, en una acción más de intimidación y espionaje a su labor.
Y de dicha actuación del Secretario Administrativo pareciera que sus patrones, los diputados locales, no saben, o al menos eso aseguró la presidenta de la mesa directiva, Luz Vera quien ofreció investigar. Esperemos que así sea.
UNO MÁS
Otro que flaco favor le hace a sus patrones es el vocero del Congreso quien la semana pasada generó comunicados de prensa informando de los reveces legales que sufrieron los ex comisionados del IAIP por parte de la justicia federal, ante la cual se inconformaron por su destitución.
El asunto es que los fallos de los juzgados le fueron filtrados sin aún ser notificados oficialmente a la legislatura local, por lo que dicha información tomó por sorpresa a la propia representante legal, la diputada Luz Vera Díaz.
David Rodríguez, quien detenta la oficina de comunicación, solamente responde a las órdenes de la petista Irma Garay, por lo que los otros 24 legisladores tienen ínfimo grado de importancia para este empleado.
Evidentemente, la filtración es plan con maña, no olvidemos que su protectora no avaló la determinación de la mayoría de destituir a Marlene Alonso, David Cabrera y Francisco Morones, de ahí su berrinche y su búsqueda de revancha.
Tampoco resulta extraño que desde las mismas entrañas del Congreso se arme la estrategia para seguir litigando la remoción de los ex comisionados de transparencia que, aunque a algunos no guste, fue la mejor decisión para rescatar a un organismo que devino a menos por las pugnas de poder internas.
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