Por Edgardo Cabrera
6 de agosto 2019
En eso de las urgencias por meterse a la competencia por las candidaturas que se disputarán en 2021, en el distrito I federal los de la Cuarta Transformación ya barajean al menos cuatro nombres para suceder a José de la Luz Sosa Salinas
Bajo el cobijo del PT se menciona al ex alcalde de Huamantla, Alejandro Aguilar López, quien en 2018 se inscribió en la candidatura plurinominal a una diputación local, abandonando así 18 años de militancia en el Partido Acción Nacional
El de Huamantla ya fue diputado federal por el distrito I bajo las siglas del PAN (2006-2009), para el 2021 buscaría repetir en el cargo.
Otro ex panista que también ya está formado en las filas petistas es el ex edil de Apizaco, Alex Ortiz Zamora.
El también ex operador de la fallida candidata a la gubernatura por Morena, Martha Palafox, no se despega de la Ciudad de México donde lo mismo realiza tareas de asesoría en la Conade con Ana Gabriela Guevara, que mantiene contacto con el dueño de la franquicia Alberto Anaya.
Por Morena trasciende que el diputado local Ramiro Vivanco Chedraui tiene la intención de buscar también la nominación, con todo y que en su paso por la curul por Huamantla ha mostrado un desempeño que ni siquiera llega a lo gris, más bien es incoloro.
Y si bien la lista seguramente seguirá creciendo, el terreno se les podría complicar a todos los suspirantes de la Cuarta, toda vez que el actual legislador por ese distrito, José de la Luz Sosa (PES) tendrá la posibilidad de reelegirse, derecho que le otorga la más reciente reforma en materia electoral.
En caso de que el Pepeluche sea bajado de sus aspiraciones por la gubernatura, no dudemos que su posición como diputado federal reelecto se convierta en una moneda de cambio.
SE BUSCA EN TLAXCALA
Vaya escándalo que le estalló a Jerónimo Armando Báez Torres, quien como subdirector de área en el Centro de la SCT Estado de México, adquirió ocho autobuses con un valor superior a los 41 millones de pesos.
¿Y eso qué tiene que ver con Tlaxcala?, preguntarán, el asunto es que dicho personaje es socio de ATAH y trascendió que le fue abierta una investigación por una transferencia de 3 mil 600 millones de pesos que la SCT hizo entre los años 2014 y 2017, lapso en que compró los camiones.
Aunque el señalado negó la información mediante una declaración a El Sol de Tlaxcala, la realidad es que en “Autotransportes Tlaxcala, Apizaco, Huamantla” no se explican el acelerado crecimiento de su socio quien debutó como transportista con una pobre participación.
El asunto es que en el año 2005 solamente tenía una acción en ATAH, pero a la fecha ya acumula 86, de ahí que tras el escándalo nacional el corporativo decidiera hacer mutis.
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