Por Edgardo Cabrera
Luego de que en agosto pasado la Auditoría Superior de la Federación llegara a la Universidad Politécnica para requerir información adicional relacionada con la llamada Estafa Maestra, trasciende que están por librarse la primeras órdenes de aprehensión para Tlaxcala.
De acuerdo con las investigaciones, en el año 2017 la UPTx firmó tres convenios con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano para transferir a empresas externas cerca de 178.6 millones de pesos, de ahí que en la mira esté en primer lugar quien fungía como rector: Narciso Xicoténcatl.
Pero no es el único, también bajo investigación se encuentran otros ex funcionarios de dicha institución, entre ellos los que laboraban en el área administrativa.
Sabemos que ante el requerimiento de información, el actual rector, Enrique Padilla Sánchez, colaboró y abrió sin mayores restricciones todos los candados que en el pasado había colocado su antecesor para reservar los datos relacionados con las operaciones financieras que tuvo la institución.
Y es que la podredumbre en la que se encontraba sumergida la institución hasta antes de que fuera removido Narciso no es sólo por la llamada Estafa Maestra, el entonces rector ya había enfrentado la justicia por la cuenta pública del año 2015.
También en ese año –recordemos- fue detenido y remitido al Cereso de Tlaxcala al enfrentar una denuncia penal a raíz de la Averiguación Previa 249/2015/Tlax-4 por el delito de fraude.
Por si fuera poco, enfrenta un proceso de responsabilidad ante la Contraloría estatal por la cuenta pública 2015, junto con Imelda -N-, quien se desempeña como secretaria administrativa, y Yared -N-, quien fungía como jefe de departamento de la UPTx.
Con dicha información, seguro que será difícil que el también ex dirigente estatal del PRD duerma tranquilo, máxime cuando el caso de la Estafa Maestra será la principal estrella que quiera colgarse el gobierno de López Obrador en materia del combate a la corrupción.
BROMA PESADA
A colación de la UPTX, el rector Enrique Padilla fue presa de una broma pesada luego de que lo candidatearan a la gubernatura bajo las siglas del PRI.
La realidad es que el sobrino de Beatriz Paredes Rangel no tiene mucho interés por subirse a una contienda estatal
Y es que sí algo ha aprendido Padilla tras los descalabros, es que el bajo perfil le puede redituar más que andar auto promoviéndose como candidateable.
A colación de la carrera acelerada por la gubernatura, no hay que perder de vista que en el PRI el principal objetivo para el 2021 es construir una mega alianza que le permita realmente competir frente a un Morena que será el rival a vencer.
Pero también es cierto que el tricolor buscará llevar mano en la candidatura a la gubernatura con una mujer u hombre que no solamente sea aceptado por sus posibles aliados, sino capaz de conciliar los intereses de todos los involucrados en un proyecto de tal magnitud y pluralidad, algo verdaderamente titánico.
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