Por Fernando Tamayo
Como cada año, estos días el Congreso del Estado, se prepara para recibir un sinnúmero de solicitudes de los distintos entes públicos con la finalidad de verse beneficiados con mayor presupuesto para encarar sus tareas dentro del sistema político estatal.
Para esta ocasión, la llamada austeridad republicana impulsada por la 4T es un argumento que aunque mediático y poco real en el transitar gubernamental deberá observarse en la discusión y aprobación del Paquete Económico 2020. Lamentablemente, los legisladores que representan esta nueva era política en Tlaxcala han dado muestra que lo suyo no es precisamente el ahorro presupuestal, por el contrario, han evidenciado su “hambruna económica”, tal vez, sabedores de que su carrera política se esfumará con la conclusión de su cargo como Diputados.
Bajo esta tesitura los titulares de los diferentes entes públicos ya han comenzado a “operar” la posibilidad de verse favorecidos con más recurso a pesar de que algunos de ellos fueron evidenciados por el mal manejo del erario a través de la no aprobación de la Cuenta Pública. Al respecto vale la pena preguntarse si estos sabrán que uno de los elementos por los cuales el Congreso del Estado analiza la correcta aplicación del erario a través del análisis de Cuentas Públicas es precisamente el de contar con elementos que les permitan distribuir el presupuesto de una mejor manera.
Dadas las circunstancias en las que nos encontramos y derivado del bajo nivel y conocimiento de nuestros representantes populares, estoy seguro que ni los propios legisladores están sabedores de esta circunstancia propia de cualquier estado democrático. Hoy es “común” ver cómo titulares de entes locales se empecinan en contar con mayores recursos sin mayor justificación de que son necesarios para desempeñar eficientemente sus funciones.
Es fundamental que en caso de verdaderamente buscar una mayor eficiencia del recurso público, los Diputados Locales tomen en cuenta en la integración del presupuesto los resultados de aquellos a los que deben destinar el dinero emanado del pueblo. Desafortunadamente los integrantes de esta Legislatura están más preocupados por otorgarse y crear fondos para moches, chantajear alcaldes o hacer negocios en la venta de calentadores solares y demás accesorios de primera necesidad, que analizar a detalle cuáles son los resultados de las instituciones públicas incluidos por supuesto los suyos.
El presupuesto es la columna vertebral para el correcto desarrollo de un gobierno y la generación de resultados positivos en beneficio de sus ciudadanos. Mientras la aprobación del paquete económico se encuentre supeditada a los caprichos e intereses personalísimos de quien debe aprobarlo, aberraciones como las de los fondos para ejecutar acciones de Diputados, seguirán siendo la constante en un Legislativo tan paupérrimo en su actuar como la capacidad intelectual de sus integrantes. Al tiempo.
Desde la barrera
Y en eso del tema presupuestal y el costo-beneficio que trae cada institución para los tlaxcaltecas. Resulta que el IMCO dio a conocer un estudio la semana pasada donde se analizan los resultados de cada Legislatura Local.
Para el caso de nuestro Estado, dicho estudio reveló que el Congreso de Tlaxcala es el cuarto que más gasta en sueldos y salarios. De los resultados no hablamos por qué esos no existen. Sin duda una Legislatura para la historia.
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