Por Edgardo Cabrera
El proceso para renovar la dirigencia estatal de Morena fue manchado por el desvío de recursos federales para la promoción de un tal “Patrón”, oriundo del Estado de México y cuyo mote, por cierto, pareciera de personaje del crimen organizado.
Recordemos que apenas la semana pasada el presidente López Obrador lanzó una advertencia, a colación de las pugnas morenistas, de no mezclar asuntos de partido, gobierno y procesos electorales.
En una de sus mañaneras, y ante la queja de la injerencia de los “súperdelegados” de varios estados en la renovaciones partidistas, expuso que “nadie debe inmiscuirse y si hay alguien que quiere inmiscuirse en asuntos partidistas que renuncie al gobierno”, dijo.
Para el caso de Tlaxcala nos cuentan que el grupo cercano a la senadora Ana Lilia Rivera alista una queja formal ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia en contra de funcionarios de la delegación federal del Bienestar, incluida su titular, por la presunta utilización de los programas sociales y del personal en el proceso interno del partido.
Pero no es la única, recordemos que semanas atrás también el senador Joel Molina advirtió del presunto desvío de recursos federales y hasta la entrega de sombrillas, con la intención de comprar votos de cara a las asambleas distritales del partido.
Amén de las acciones legales, las inconformidades se hicieron llegar al mandatario federal a quien de paso le advirtieron de la injerencia de viejos mapaches en su partido, como Cánovas y Murga, ligados directamente al fallecido ex gobernador poblano, Rafael Moreno, así como a los ex gobernadores tlaxcaltecas Héctor Ortiz y Beatriz Paredes.
PARA RECORDAR
De acuerdo con la convocatoria, para este 19 octubre se tiene programado el proceso de elección de consejeros estatales de entre 45 mil afiliados, quienes también obtendrán el título de consejeros nacionales para participar en los trabajos del 20 de noviembre donde se elegirá al nuevo líder nacional.
Serán 10 consejeros estatales los que elegirán por distrito federal para sumar uno total de 30 respetando la equidad de género.
En tanto que el 10 de noviembre se celebrará la sesión del consejo para integrar el comité estatal para lo cual se espera la asistencia de 2 mil congresistas por cada uno de los tres distritos electorales federales.
2 A 1
Aunque metieron sus manos en el proceso interno, la base sindical del 7 de mayo le propinó un golpe a los esposos Guadalupe Rodríguez y Pedro Erazo, al darles dos a uno en la elección del Comité de Vigilancia.
El viernes la planilla Verde, identificada con el actual dirigente Edgar Tlapale, se quedó con dicho órgano interno cuya presidenta, Julieta Berruecos, tomó protesta ese mismo día junto con su equipo.
Las cifras oficiales dan cuenta que la Planilla Verde obtuvo mil 651 sufragios, la Planilla Guinda con 806 y la Amarilla apenas 190.
Pero lo más interesante de este proceso fue que salió a relucir información relacionada con Guadalupe Rodríguez Guzmán, ex líder sindical y allegada a la coordinadora de programas federales, quien fuera expulsada junto con su esposo al intentar imponer en 2014 a su hija Karina al frente del sindicato.
De acuerdo con información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores se da cuenta que la señora manejaba dos cuentas para cuestiones sindicales, una a nombre del Sindicato 7 de Mayo, y la otra particular, a su nombre, mediante la cual realizó la mayoría de los movimientos del dinero producto de las cuotas, así como cuantiosos retiros que nunca pudo justificar.
De ahí se desprende que a días de entregar –a regañadientes- la dirigencia a Tlapale dispuso de manera discrecional de más de 320 mil pesos, dinero que le fue requerido pero que es la fecha que se ha negado a reintegrar y por lo cual se iniciaron una serie de procedimientos legales que continúan su proceso.
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