OBESIDAD MORTAL
El Covid-19 vino también a exponer los malos hábitos, En nuestro país personas jóvenes pierden la vida frente al coronavirus porque ya están tocados en su salud por la mala alimentación, el sedentarismo y el consumo de alcohol y tabaco |
Por Edgardo Cabrera
Desde el año 2016 la Secretaría de Salud declaró emergencia epidemiológica por diabetes mellitus y obesidad en todo el país.
De manera específica, Tlaxcala fue ubicado en rojo, dentro del semáforo nacional, ante el crecimiento de estos padecimientos entre la población, y en el año 2017 las autoridades federales emitieron una alerta epidemiológica específica para nuestro estado.
Un año después la alerta se hizo extensiva para todas las entidades del país y con ello el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades de la Secretaría de Salud federal instruyó fortalecer las acciones de la estrategia nacional para la prevención y el control del sobrepeso, la obesidad y diabetes, algo que evidentemente fracasó.
Y todo lo anterior viene a colación por la pandemia mundial del Covid-19, y la mayor incidencia de contagios para este sector de la población, el principal que termina en los hospitales intubados y muertos.
Hasta el jueves sumaban 34 defunciones y 219 contagios de esta nueva cepa del coronaviruis aquí en el estado, y entre las principales comorbilidades asociadas a los decesos se encuentran la diabetes con 55 por ciento, hipertensión con 50 por ciento, obesidad con 35 por ciento, y tabaquismo con 15 por ciento.
De ahí se explica que a diferencia de lo que ocurre en otros países, como los europeos, o los chinos, donde las muertes pegan principalmente a la población de la tercera edad, en nuestro país personas jóvenes pierden la vida porque ya están tocados en su salud por la mala alimentación, el sedentarismo y el consumo de alcohol y tabaco.
NUESTRA CRUDA REALIDAD
Hasta el año 2018, la estadística revelaba que en la población adulta de Tlaxcala la prevalencia de sobrepeso y obesidad en mujeres fue de 68.6 y en hombres de 72.7%.
Ese mismo estudio elaborado por la Secretaría de Salud del estado daba cuenta que las enfermedades no transmisibles con mayor prevalencia e incidencia en la entidad son la diabetes mellitus y las enfermedades isquémicas del corazón.
Para el año 2018, además, poco más de 15 mil tlaxcaltecas padecían diabetes derivado de la mala alimentación, el sedentarismo y la obesidad, hablamos de personas mayores de 20 años de edad y la mayor incidencia se presenta en la población femenina.
También, al ser la medición más reciente la del año 2018, las autoridades sanitarias federales registraron al menos 6 mil 265 nuevos casos de personas con obesidad, de los cuales dos mil 408 son hombres y tres mil 857 son mujeres, en 2017 hubo 5 mil 102 casos.
Y precisamente, dichos padecimientos han obligado al gobierno estatal a mandar a la calle a una brigada especial de personal médico para ubicar en una primera fase a por lo menos 3 mil personas con enfermedades crónicas degenerativas con la finalidad de reducir la posibilidad de contagio del Covid-19.
Paralelalemente, otros estudios en materia de nutrición, revelan la permanencia del consumo de bebidas azucaradas gaseosas (las cocas), grandes cantidades de harinas procesadas (conchas y chilindrinas), grandes cantidades de carbohidratos (en chelas y pomos), y grasas (como el mole prieto o las carnitas).
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