Por Edgardo Cabrera
El viernes finalmente la legislatura local aprobó la Ley Olimpia, con la que se busca frenar y castigar la violencia digital como la difusión de “packs” y el ciberacoso.
Conocida la noticia las organizaciones impulsoras de dicha iniciativa se apresuraron a felicitar a los legisladores, aunque también a reclamar la ausencia de cuatro de ellos que no se presentaron a la votación de las reformas legales que agudizan las sanciones penales contra quienes ejerzan violencia digital hacia las mujeres.
Se trata de la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, la morenista Ana Bertha Mastranzo; la presidenta de la Comisión de Alerta de Género, la petista Michael Brito; así como . la morenista Lourdes Montiel Cerón, y el petista Víctor Castro.
Supuestamente Michael y Cerón estaban atendiendo a una comisión de ciudadanos, mientras que los otros dos, de plano no se presentaron.
Pero más allá de las quejas por los ausentes, ya veremos si ahora con la nueva ley, que se espera entre en vigor en enero próximo, se da continuidad al trabajo para frenar el ciberacoso.
Y es que no se trata de que algunos oportunistas se pongan una playera con la leyenda “#LeyOlimpia”, sino que en los hechos denuncien, pero también que no promuevan o toleren en lo privado dichas conductas.
DESCHAVETADO
Ocurrió el miércoles pasado, cerca de las 18 horas, cuando el presidente de la comunidad capitalina de San Gabriel Cuahutla, José Salatiel Saldaña Conde, arribó a un café ubicado frente a la mal lograda asta bandera que puso en su gobierno Pedro Pérez Lira.
Acompañado de una joven mujer y dos sujetos, se acomodaron en una mesa en la sección de fumadores.
Al interior del establecimiento, arrinconados en otra mesa estaban plácidamente platicando el ex alcalde de Chiautempan, el petista Antonio Mendoza; el ex diputado Beneberto Sánchez Vázquez; y otro profesor amigo de ellos.
No pasaron ni dos minutos de la llegada de Salatiel, que sin más se dirigió, acompañado de sus cuates, a la mesa de los impulsores de la organización política “Movimiento Democrático Independiente”, y también líderes Sindicato de Trabajadores para la Educación (STE).
Con paso errático y con evidentes problemas para mantener la vertical, Salatiel se dirigió a Beneberto para tenderle la mano, y fue justo al momento en que ambos se saludaron que el primero lo mandó directito a la chingada…, “tu y tu sindicatito se pueden ir…”, al tiempo que uno de los acompañantes del presidente de comunidad lo incitó a “darle en su madre”.
Como era de esperarse, empezaron los empujones. Pero así como empezaron, terminaron, en cuestión de segundos y con la sorpresa de todos los clientes que nos encontrábamos en el lugar.
Tras hacer su show, puso en pies en polvorosa a bordo de su vehículo.
Ya con los ánimos calmados, el propio Antonio Mendoza aseguró a este columnista que “ni lo conocíamos”, sin embargo atribuyó el reclamo a Beneberto «porque Salatiel tiene vínculos familiares con miembros de las dirigencias sindicales del SNTE», de ahí el reproche contra el líder de la STE por su falta de disciplina para mantenerse alineado en la agrupación oficial.
NO ES NUEVO
Pero lo de la semana pasada no es nuevo, quien en su momento se promovió como candidato a Cuahutla con la frase “Juventud y Compromiso”, en agosto del año pasado fue evidenciado por otro de sus arranques violentos.
Fue su ex pareja sentimental quien lo video grabó al momento en que llegó a su domicilio a causar destrozos en exigencia de que se saliera a hablar con él.
En aquella ocasión, además de los daños a la vivienda, también destrozaron una camioneta que se encontraba estacionada afuera, todo ello quedó documentado y publicado en el diario digital Quadratin.
Con dicho antecedente y su evidente problema del control de la ira, preocupa que el caso no haya ocupado ni a la legislatura local ni a las autoridades encargadas de impartir justicia, por el contrario, nos cuentan que es apapachado para buscar un nuevo cargo público con alguno de los partidos de la 4T.
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