Sin Censura / Crisis Morena
Juan Luis Cruz Pérez
Morena vive en una permanente y prologada crisis a nivel nacional y local, en la que sus actores abonan al descrédito de un movimiento social que no han sabido –o querido- convertir en un verdadero partido político.
A nivel nacional, y local, las huestes del partido creado bajo la idea, imagen y tutela del hoy presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, deambula y arrastra su credibilidad y lo que debería ser sus buenas prácticas.
No saben transitar por los senderos de la democracia, a todo quieren que su jefe les tire línea y cuando actúan de mutuo propio, lo hacen mal.
El miércoles pasado fue un día negro para Morena a nivel nacional y éste, con sus debidas proporciones en magnitud y personajes, se replica en Tlaxcala, en donde, gracias al cascajo que agarraron de otras fuerzas políticas, las pugnas por el poder siguen y parece que a nadie de los morenos les interesa hacer partido, sino candidaturas y control con poder.
El diputado Porfirio Muñoz Ledo, a quien hace una semana fue arropado y querido por sus huestes aquí en Tlaxcala, puso los puntos sobre la íes de lo que ocurre en Morena, ahora que son el partido en el poder y que controla el Congreso de la Unión. Lo mismo que pasa en esta entidad.
Tras negarle hablar, obvio en contra de las políticas migratorias de la Cuarta Transformación que sirve a los intereses de Estados Unidos y de reten de centroamericanos, sostuvo que Morena y sus legisladores actúan como “criados y criadas”, al servicio del Estado, mejor a como lo hacía el PRI, lo que marca una regresión en la forma de proceder del siglo pasado.
Lo dicho por el ex priista, ex perredista, el candidato presidencial del extinto PARM y ex funcionario del gobierno panista de Vicente Fox y ahora legislador de Morena, tienen mucho de verdad.
Los legisladores de su partido, en los diversos ámbitos y niveles, no han sabido estar a la altura de las condiciones y nueva realidad política del país. En Tlaxcala se ha padecido de ello.
Los fondos moches, en donde cunden los señalamientos en contra de diputados por el cobro de cuotas para asignar obras y beneficios, la entrega de equipos y ganado en malas condiciones, y el condicionamiento de los mismos, los muestra peor a quienes vivieron de y en el viejo régimen.
El quehacer parlamentario ha sido secuestrado por los intereses de algunos y no de la sociedad; en suma, resultaron, en algunos casos, peores que a aquellos que criticaron.
Y en el partido, Morena Tlaxcala, las cosas están igual o peor que a nivel federal.
Decía que el miércoles fue negro para Morena y así es, porque el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, anuló la sesión del Consejo de su partido del 30 de noviembre, pues no hubo quórum para validarlo.
Con ello, revocaron las decisiones tomadas en esa sesión, como fueron diversos nombramientos y la convocatoria para la celebración del Congreso Nacional extraordinario, previsto para el próximo domingo, en el que se discutirá la permanencia o no de Yeidckol Polevnsky como secretaria general. Sin embargo, un grupo de Morena, entre ellos algunos de Tlaxcala, quiere celebrar ese cónclave y tomar el control del partido.
Lo anterior también se replica en la entidad.
Nadie sabe qué ocurre con ese partido, con sus prerrogativas, con las estructuras seccionales, distritales y municipales. No hay afiliación, capacitación ni nada. En suma, nadie de los líderes quiere hacer partido.
En cambio, las principales cabezas públicas de Morena están abocadas a cuidar sus parcelas de poder; se han dedicado a hacer acuerdos con aspiraciones y especulaciones solo con el propósito de apuntalar sus proyectos gubernamentales. Nadie hace partido.
Con todo ello, la crisis de Morena es real.
Como dice la senadora Ana Lilia Rivera, en Morena no hay partido, no ha militancia y sí muchos intereses personales y demasiadas aspiraciones electorales.
Todas estas condiciones y el proceder de sus representantes populares arrastran al movimiento del presidente López Obrador a enfrentar una grave crisis que les podría quitar las posibilidades de gobernar Tlaxcala.
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