Por Edgardo Cabrera
En la carrera por la gubernatura y la construcción de alianzas, la panista Minerva Hernández presumió en sus redes sociales una reunión que sostuvo la semana pasada con el propietario del PT, Alberto Anaya.
Al encuentro también asistió quien controla dicho partido en el estado, Silvano Garay, de quien recordamos que fue el primero en presumir su empatía con la priísta Anabell Ávalos Zempoalteca, también seria aspirante a la candidatura al gobierno estatal
La senadora oriunda de Texoloc acompañó la fotografía con un texto donde señala que: “se deben privilegiar las coincidencias por encima de las diferencias”, y sí, ante las sonrisas de todos parece que sí hubo coincidencias.
De lo tratado no hizo mayor referencia, simplemente se limitó a señalar que se requiere la “apertura plural” de todos los pensamientos para “dar certeza” al estado y el país, pero evidentemente en esa charla, que además divulgó ella, difícilmente se evadió el tema electoral.
RUMBO AL 2021
En sus ansias de resultados favorables en materia electoral, los del Partido del Trabajo comenzaron desde el año pasado a trabajar al integrar a sus filas a varios personajes.
Por citar algunos, el diputado federal José de la Luz Sosa Salinas se unió a la bancada del PT en la Cámara de Diputados, luego de su paso por Morena y PES, a los que terminó por darles la espalda.
En el caso de los tres distritos federales, Silvano y su hija ya tienen apalabradas las candidaturas, por ejemplo, en el distrito I está apuntado el ex alcalde panista de Huamantla, Alejandro Aguilar; en el II el diputado local perredista Miguel Ángel Covarrubias; en tanto que en el III aparece en el primer lugar de la lista el alcalde de Zacatelco, Tomás Orea.
Para las pluris, tanto locales como federales, se prevé cambalache. Para el congreso local se espera el regreso de Silvano Garay, mientras que a la Cámara federal iría su hija, Irma
En el caso de la gubernatura, aún existe incertidumbre de una alianza con Morena dado que dicho partido llevará mano en la candidatura, relegando cualquier propuesta que intenten hacer, de ahí que en su ruta podrían establecer desde ir solos, y hasta aliarse formal o de facto con otras fuerzas, es ahí donde aparecen opciones como Minerva y Anabell.
POR SUS PANTALONES
El alcalde de Tlaltelulco, Rubén Pluma Morales, volvió a la carga, olvidó que es autoridad y debe poner el ejemplo de comportamiento, así como de respeto a las leyes.
Al igual que semanas atrás, acudió con una muchedumbre a las instalaciones del INEGI en su intento por amedrentar al responsable de dicha oficina y que modifique la cartografía del barrio de Tetela y con ello se incorpore a Tlaltelulco una franja de 40 hectáreas que actualmente pertenece a Chiautempan.
Sus acarreados llevaban instrucciones. Comenzaron por golpear las rejas del instituto, dado que fueron cerradas como medida de protección para el personal, y posteriormente lanzaron piedras.
Su protesta causó zozobra entre los trabajadores que quedaron secuestrados al interior de las instalaciones.
La realidad es que el alcalde Pluma busca rescatar su desgastada imagen y gobierno a costa de un conflicto que desde hace años se había terminado pero que reavivó con tal de tener una bandera.
Aunque trate de sorprender a la opinión pública, la realidad es que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía no rectificará la cartografía para anexar 40 hectáreas de Tetela a su demarcación, los decretos de 1996 están firmes y si quiere algún cambio deberá dejarse de gritos y sombrerazos, contratar un buen despacho legal y entablar un juicio, sin embargo sabe que lleva la de perder de ahí sus acciones radicales.
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