Nuestro bello estado de Tlaxcala exhibido como uno de los peores estados de la República Mexicana ¿como lo defenderías?

Por Mauricio Hernández Olaiz

Hace unos días el conocido YouTuber, Chumel Torres, lanzó una curiosa pregunta en su cuenta de Twitter. “Si pudieras deshacerte del Coronavirus pero tuvieras que sacrificar un estado de la república. ¿Cuál sería y porqué Hidalgo?.

Pese a que el conductor del “Pulso de la República” propuso al vecino estado de Hidalgo, muchos de sus seguidores votaron por nuestro querido Tlaxcala. La gran cantidad de respuestas hizo que el nombre del estado se convirtiera en tendencia en Twitter.  Considerando que Torres cuenta con 2.5 millones de suscriptores en YouTube e igual número de seguidores en Twitter, el universo de respuestas fue por demás preocupante y para un servidor indignante.

Muchos argumentaron que votaban por Tlaxcala por ser la cuna de la trata, como si no existiera en ningún otro lado, otros de plano porque siguieron como burros a los demás al manifestar no conocer ni saber nada de nuestro estado.

Es entendible que una buena cantidad de votantes poblanos hayan escogido a Tlaxcala en esta sui generis pregunta-mini-encuesta, pues razones sobran de la enemistad entre ambas entidades, que puede venir de los tiempos del Nigromante y de nuestro glorioso constituyente Mariano Sánchez Santiesteban.

Mientras el primero buscaba a toda costa adherir Tlaxcala a Puebla, el originario de Huamantla Mariano Sánchez logró que Tlaxcala fuera un estado libre y soberano, no sin antes enfrascarse en debate histórico con Ignacio Ramírez “nigromante”. Desde entonces los poblanos, de manera despectiva, consideran a nuestra entidad su patio trasero.

Pero así como intuimos la animadversión poblana, ¿qué decir del resto del país? ¿Por qué Sinaloenses, Sonorenses, Oaxaqueños o Yucatecos votaron por Tlaxcala? Difícil de saber. Sin duda uno podría suponer supina ignorancia, desde la historia hasta la Geografía, sin embargo, eso puede ser una muestra del poco trabajo realizado por muchos años en las oficinas de turismo y prensa de la entidad.

Aunque en estos tiempos de Covid 19 se podría justificar que los encargados de promoción de Tlaxcala, desde su hogar, están más ocupados en la pandemia, la verdad es que bien podrían hacer un esfuerzo para defender a su estado. No veo como en qué pueda aportar Anabel Alvarado a la estrategia de salud y combate al flagelo, y luego de constatar que los 500 años tan cacareados en todo Tlaxcala, poco o nada penetraron en el resto del país. El pulso de Tlaxcala en la república es muy bajo, casi de muerte.

Y es que por lo menos esperaba una leve respuesta de alguien en prensa de gobierno o turismo al nefasto resultado. Baste decir que las autoridades de Hidalgo, el estado mencionado por Chumel Torres, le respondió de inmediato con una buena cantidad de videos, fotografías, gastronomía y referencias históricas de las bellezas de su estado, incluso con una frase demoledora y brillante. “Cuando acabe la pandemia, los esperamos en Hidalgo, para que vean porqué somos orgullosamente Mexicanos”.

También contamos con hartos videos con nuestras bellezas, información hay, por ello me di a la tarea de mandárselos, era muy tarde. Además no es lo mismo que lo mande, un ardido tlaxcalteca, como algún gracioso me respondió, a una autoridad o dependencia gubernamental, como lo hicieron los vecinos.

Aunque es cierto que ha incrementado en los últimos años la afluencia turística, es claro que el conocimiento o desconocimiento de Tlaxcala en el resto de la nación es grande y preocupante. Tal vez para algunos sea cosa menor una pregunta lanzada por un youtuber, pero también hay que considerar la respuesta. Finalmente es el sentir de muchos jóvenes mexicanos, sin que sepamos a bien el porqué de esta tendencia, razonamiento o comportamiento.

Como Tlaxcalteca me duele ser exhibido como el estado más desobediente del país. Me duele ver solo notas burlonas e histéricas, sabedor de las maravillas que aquí se encuentran. Seguramente se ha trabajado en la promoción del estado, pero esta simple y pedorra pregunta de Chumel Torres nos deja claro que ese trabajo no ha sido suficiente, nos muestra el poco pulso de Tlaxcala en México.