Juan Luis Cruz Pérez
Recortes al gasto en los tres niveles de gobierno es lo que viene después de la pandemia; aunque ya hay vestigios de ellos. La crisis económica ya existía, pero se agudizará con el paso del virus SARS–CoV2, pero seguramente ya afecta y pegará en todos los sectores de la población, siendo el gubernamental uno de ellos.
No obstante, es en los cerca de 2 mil 500 municipios del país en donde ya hay una grave situación por el recorte del gasto. En las Comunas de Tlaxcala esta situación ya la visualizan, la sienten y la padecen, y lo que es peor, muchos ediles no saben cómo habrán de enfrentar esta condición en la recta final de sus respectivos mandatos constitucionales.
Los alcaldes, de todos los municipios, sin distingo de partidos, ya empiezan a “tronarse los dedos” ante los problemas financieros que enfrentan y lo que están por vivir; estiman que las participaciones federales tendrán una caída superior al 30 por ciento del total de los recursos previstos y las demandas sociales y exigencias irán a la inversa, creciendo de manera exponencial.
Esas malas proyecciones se corroboran con el plan presupuestal del gobierno federal en el que prevé un recorte al gasto neto de 37 mil 743.2 millones de pesos para 2020, derivado de las estrategias de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para generar ahorros y aumentar eficiencia en la recaudación.
La estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador plantea una reducción de 76 mil millones de pesos a las participaciones federales a los estados, como consecuencia de la caída en el precio del petróleo y la menor actividad por la epidemia del Covid-19.
Y de esos, los paganos por el recorte al gasto son y serán los municipios, quienes en su mayoría tienen una alta dependencia sobre los recursos federales y desde luego, los estatales, pues así está diseñado el esquema recaudatorio y la Ley de Coordinación Fiscal, con omisiones de parte de los gobiernos estatales.
Pero en Tlaxcala, la pesadilla de los recortes ya se sienten; al cierre del ejercicio fiscal del año 2019, diversas Comunas de la entidad tuvieron que restituir a las arcas del estado 35 millones 569 mil 273.35 pesos como resultado de que en el último trimestre del año pasado, dejaron de captar recursos propios y las participaciones federales disminuyeron con respecto a lo pronosticado.
Lo anterior porque durante el período octubre-diciembre de esa anualidad dejaron de recibir 32 millones 338 mil 310.86 por ajuste trimestral a Comunas, mientras que por diésel y gasolina también tuvieron una disminución, de acuerdo con las estimaciones, por 546 mil 958 pesos y aunado a ello, el fondo de compensación también fue deficitario en 2 millones 684 mil 4.49 pesos. De ahí que sus partidas ya tuvieron una caída.
De ello, los municipios con mayores afectaciones fueron Tlaxcala, al que le redujeron 2 millones 456 mil pesos, seguido de San Pablo del Monte con 1 millón 49 mil pesos, Altlzayanca con 770 mil, Contla con 693 mil, Tlaxco con 690 mil; Panotla con 677 mil, Xaloztoc con 481 mil, Tzompantepec con 481 mil y Xaltocan, con 348 mil, entre otros.
Para el primer trimestre del año, si bien la tendencia se detuvo, esta no alcanzó para mejorar las arcas de los municipios. El primer ajuste anual de participaciones fue de poco más de 2 millones de pesos, muy exiguo, sobre todo si se compara con el ajuste del mismo periodo del año pasado que ascendió a 94 millones 728 mil, 908. 53 pesos para las 60 Comunas.
Y la situación se avizora más complicada y crítica, ya que las autoridades municipales, por la pandemia, han dejado de hacer cobros por impuesto predial, agua potable y licencia de funcionamiento, entre otros, lo cual incidirá en sus niveles recaudatorios, los mismos que son la base para definir el monto de las participaciones federales y estatales que recibirían del próximo año.
La realidad es esa; los alcaldes tendrán que luchar solos –los cabildos generalmente solo complican esta situación; sus integrantes, en su mayoría, únicamente se ocupan en cobrar sus dietas mensuales-, para tratar de aminorar los efectos que tendrán el recorte al gasto propiciado por la pandemia del Covid-19 en cada una de las 60 Comunas de nuestro Tlaxcala.
Al margen
Vaya estrategia de comunicación a la que fueron instruidos los diputados de la era del no robar, no mentir y no traicionar. Resulta que a algunos de los congresistas les han colocado una especie de bozales que les impide declarar a los medios de comunicación, en especial, cuando los cuestionamientos son en torno a imputaciones o situaciones incómodas.
Es más, parece que la sesuda instrucción establece que solo accederán a entrevistas en caso de que el tema sea favorable a su imagen, es decir, sobre temas que posicionen ya sea su imagen o sus muy crecidos egos.
Con eso, ellos quieren definir qué tema es importante en su agenda pública para atender algunas entrevistas y no el interés de la sociedad.
En fin y algunos así ya piensan en la reelección o brincar a un nuevo encargo, como una diputación federal.
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