¿Será la tercera la vencida?
Por Mauricio Hernández Olaiz
Tal vez no era el momento, ni como hubiese querido, pero el líder estatal de su partido fue la pieza clave para que la diputada federal, Adriana Dávila Fernández, manifestará intención, deseo y ganas de ir por una tercera oportunidad en la boleta para la silla de Tlaxcala.
Y es que José Gilberto Temoltzin afirmó que los blanquiazules del estado, esos que trabajan con gran unidad, compromiso y un mismo objetivo, solo reconoció a la senadora Minerva Hernández y al Ingeniero, así le llamó, Sánchez García, como los únicos panistas con aspiraciones a ser sus candidatos al gobierno del Estado. Primer strike.
En reiterados boletines de prensa, el bisoño líder panista, afirma de manera frecuente que su partido es de inclusión. Recuerdo cuando estaba en campaña por la dirigencia, como en entrevista en la mesa de redacción, casi con lágrimas en los ojos – soy harto exagerado – aseguraba que todos los panistas tenían oportunidad, pues el había sido una víctima de la exclusión del pasado.
Ya al frente del partido opera con gran celeridad para excluir a Dávila Fernández. Así como Fernández Noroña prácticamente resucitó a la apizaquense del olvido generalizado, ahora Temoltzin le da el catalizador necesario y suficiente para poner en pugna a la diputada. Lo que olvida Pepillo es que el no es nadie para decidir quien va o quién no va de sus agremiados, le recordamos que en todo caso quién designara al candidato o candidata es el líder nacional Marko Cortés, aunque salgan y juren y afirmen lo contrario.
¿Quién está más cerca de Marko? Claramente no es el SAGA.
Pero hablando del ingeniero, creo Dávila tiene razón cuando afirma que el electorado en 2021 tiene que ser mucho más maduro al definir quienes serán sus gobernantes. Personajes populares, conocidos, chistosos, bailarines no han sido la mejor receta para el desarrollo de ningún lado. Qué carajos me importa si tu solito te puedes descargar un camión con garrafones de agua. Un electorado inteligente debe revisar su trabajo como servidor publico y ahí es dónde Saga se poncha sin tirarle.
Solo hace falta revisar su trabajo como diputado local, con eso basta y sobra para saber que no tiene ni los tamaños, ni la experiencia para administrar un estado. Tlaxcala no es lo mismo que una constructora apadrinada, lavada y empujada por un ex gobernador. Como legislador Saga se la pasó, en el mejor de los casos, abanicando el aire, en el peor de los escenarios con la carabina al hombro.
Minerva es trabajadora, con experiencia legislativa y tal vez una de las mentes financieras mas preparadas en el estado. Pero carece de estructura, peor aún, muchos no olvidan como les dejó tendidos en el terreno al renunciar a sus aspiraciones y entregárselas a la propia Dávila, a solo semanas de la elección. Hay quienes afirman que pudo haber ganado, que pudo derrotar al Hacendado hampón, pero eso jamás se sabrá, la realidad es que Minerva se entregó, por mucho dinero dicen algunos, otros que, por senadurías y diputaciones, los más avezados afirman que fue por órdenes del propio Jesús Ortega. Cuál sea la razón, el resultado es el mismo, muy pocos apostarían por Minerva de nuevo en una boleta.
Así pues, de los dos únicos aspirantes que afirma Pepe Temoltzin que solo tiene el Pan, pues ambos tienen hartos peros, más virtudes la senadora, mucha marrullería el ingeniero. Es ahí donde la figura de Dávila se le presenta, se le pone de frente y le dice claramente…¡Yo también quiero!..y Mi Pepe hazle como quieras, pero la dama ha hablado y con contundencia.
Lo anterior no quiere decir que ya Dávila sea la directa candidata, o la futura gobernadora. La llamada LadyPluri, si algo ha aprendido precisamente de tanta Pluri, es el juego político, experiencia que la pone un peldaño por arriba de Minerva y como una barda por encima del Saga.
Pero además Temoltzin olvida que hay otro panista con experiencia, dinero y ganas. El presidente municipal de Apizaco Hernández Mejía no es alguien que también se podría dejar fuera tan a la ligera. De por si la caballada blanquiazul esta esmirriada como para que su avispado líder se cepille a los menos peores con la mano en la cintura. Segundo strike.
Yo no sé si José Gilberto tenga o no experiencia política, lo que por lo menos a mi me enseña es muy pocos tamaños para líder, pero eso es bronca de los azules, de los que confiaron en él, y de los que no también.
Adriana se ha destapado, para alegría de algunos y molestia de otros. Lo que queda claro es que con su destape la unidad, proyecto y armonía tan presumidas en el PAN Tlaxcala son, para no variar en la política, solo pura mera simulación.
Ojo Pepe solo queda un strike. Mucha vista.
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