EMPLAZADOS
Por Edgardo Cabrera
Septiembre será el plazo fatal para concretar la “mega” alianza entre el PRI, PAN y PRD, al menos eso ya se comenta entre los participantes en las mesas de negociación.
Las pláticas se estancaron desde el mes pasado y no ha habido acuerdos en el estado. Los problemas empezaron con la candidatura a la gubernatura y se multiplicaron a la llegada de la revisión de los municipios.
Además, pareciera que Acción Nacional se ha convertido en un obstáculo de las negociaciones mandando la señal, al menos hasta el cierre de julio, que no quieren aliarse al suspender las pláticas, mientras que el tricolor no quiere sacrificar espacios y el PRD es visto sin mayor fuerza electoral.
HISTORIA DE DESENCUENTROS
De arranque de las pláticas, las voces del PRI y PAN planteaban mantener los mismos cotos de poder que en este momento tienen. Por ejemplo, los azules no quieren soltar Apizaco para ninguno de sus posibles aliados, en tanto que el PRI pretende llevar mano para la presidencia municipal de la capital del estado.
El PRD, en tanto, soltaría Contla, que actualmente gobiernan y donde la rentabilidad electoral es alta, a cambio piden la capital donde ya tienen prácticamente amarrada a Nydia Cano como su principal aspirante.
Para los distritos locales, la propuesta es ir sueltos cada uno, aunque ello implicaría también que se pusieran ellos mismos el pie a la hora de salir a hacer campaña, de ahí que analizan repartirse el tablero para asegurar el dominio del Congreso del estado.
GOBIERNO ESTATAL
Si vamos a la gubernatura, la situación no es mejor, y así se confirmó el domingo durante la toma de protesta del Consejo Político del PRI, el cual estuvo apadrinado por el dirigente nacional, el gobernador Marco Mena y la senadora Beatriz Paredes, el mensaje entrelíneas fue el de NO soltar la candidatura a otros partidos políticos posiblemente aliados, y el argumento que pesa es que el Revolucionario Institucional es quien gobierna.
Ante dicho escenario, los panistas, se defienden al asegurar estar mejor posicionados como partido en las encuestas tempraneras y ubicarse en el segundo lugar, sí, muy lejos de Morena, pero al fin y al cabo segundo.
Mientras que el PRD podría ser el fiel de la balanza, en caso de que el PRI deje pasar a la alcaldesa capitalina Anabell Ávalos. Ya está cantado que se inclinarían por ella y así habría dos votos amarrados en la mesa de negociaciones.
Evidentemente hablamos que tanto azules, como tricolores y amarillos están claros que solos no son rivales para Morena, pero en estos momentos también es claro que ninguno quiere dar su brazo a torcer.
De ahí que septiembre tendrá que definirse si van aliados o no, esperar un mes significa sacrificar un mes de posicionamiento.
Octubre, según la ruta critica planteada, debería ser para que cada instituto político posicione a su mejor suspirante y lleguen a noviembre con un candidato claro tras la aplicación de una encuesta, apliquen la operación cicatriz y se enfoquen a colocar a la, o al candidateable, en el ánimo ciudadano.
Y mientras todo lo anterior debe lograrse en tiempo récord, la alianza podría romperse por lo más delgado: la candidatura de un municipio o distrito local, incluso el abanderado a una diputación federal podría llevar al traste las pláticas.
Septiembre empezó, y la cuenta regresiva para la BOA tlaxcalteca también.
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