Denuncia tesorera de ATAH amenazas de muerte en su contra
Gustavo Herrera
A través de redes sociales, la tesorera de Autotransportes Tlaxcala, Apizaco, Huamantla (ATAH) Maura Hernández Fernández dio a conocer que ha recibido amenazas de muerte por lo que ha acudido a las instancias de justicia en la entidad a interponer la denuncia correspondiente.
En su contenido, detalló que su camioneta fue baleada por sujetos desconocidos afuera de su domicilio.
Lo anterior, quedó asentado en el oficio numero 9288/2020 del Departamento de Atención Integral y Justicia Alternativa dependiente de la Procuraduría General de Justicia de Estado de Tlaxcala del cual el Portal de Noticias Despertador de Tlaxcala posee una copia.
“A quienes me siguen a través de esta plataforma quiero compartirles que he recibido amenazas de muerte, que no es la primera ocasión que sucede y que he actuado en consecuencia ante las instancias correspondientes.
El pasado martes 27 de octubre fue la última ocasión que recibí una agresión de manera directa, afortunadamente no me encontraba al interior de mi vehículo mismo que fue baleado frente a mi domicilio con la intención de amedrentarme”, sostuvo
La también suplente de la Senadora panista Minerva Hernández Ramos destacó que decidió hacer publico el hecho ante la constante amenaza de la que ha sido objeto.
“Confío plenamente en tales instancias y sé que a través de sus indagatorias darán con el o los presuntos responsables.
-¿A qué atribuyo este acoso constante que ya llegó al límite del atentado hacia mi vida?
Lo digo sin temor a equivocarme, todo esto es producto de la misoginia que impera en todas las instituciones y por supuesto en la iniciativa privada, esta última es la instancia en la que laboro y en la que he recibido permanentes señalamientos a mi condición de mujer».
Además, “he sido violentada a través de micro machismos, de infundios, de mentiras y chantajes, todo por ser la primera mujer que ocupa un puesto directivo en esta empresa, Autotransportes Tlaxcala, Apizaco, Huamantla (ATAH).
Noventa y cinco años tuvieron que transcurrir para que esto ocurriera, para que una mujer administrara dicha empresa y este es el costo que debo pagar, lo acepto y asumo tal como lo han hecho otras mujeres que pasaron por lo mismo al abrir la brecha en sus diferentes ámbitos, pero no me quedaré de brazos cruzados, actuaré en consecuencia como ya lo estoy haciendo”.
Finalmente, “no puedo ser irresponsable al señalar abiertamente, con nombre y apellidos, pues sé que la presunción de la inocencia es una garantía, por eso omitiré los nombres de quienes me han vulnerado, empero las instancias encargadas de procurar justicia tienen mi declaración y en caso de consumarse un atentado que acabara con mi vida, serán esas mismas instituciones las que den seguimiento a mi denuncia”.
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