REACOMODO
24 De Marzo - 2021
Por Edgardo Cabrera
La designación de Pedro Sánchez Ortega como magistrado del TSJE, en lugar de Elsa Cordero a quien se le venció el plazo, lleva dedicatoria, es una cortesía política a Lorena Cuéllar Cisneros, quien no lo quiera ver así, niega la realidad.
Recordemos que un grupo de legisladores morenistas, y la chiquillada opositora en el Congreso local, se habían decantado por el ex presidente del Tribunal Electoral de Tlaxcala, Luis Manuel Muñoz Cuahutle, tan es así que el dictamen presentado ante el Pleno venía a su favor, pero todo se les complicó.
Ahora sabemos, para tratar de expiar sus culpas y compromisos, intencionalmente dejaron vencer el plazo, luego, sesionaron de mero trámite solamente para que la 4T dejara en claro que no irían en contra de su candidata a la gubernatura, recordemos que la votación fracasó a favor del ex magistrado.
Nada tontos, los diputados trasladaron al gobernador Marco Mena la decisión de nombrar al magistrado y con ello ejercer dicho derecho que le confiere la Constitución Política ante la falta de acuerdos en el poder legislativo.
Pero lo que no pudieron hacer quienes se suponen aliados de Lorena en el Congreso lo terminó resolviendo el ejecutivo, eliminó la manzana de la discordia y concedió el nombramiento a un personaje ciertamente gris en su labor como fiscal anticorrupción, pero que no genera compromisos políticos como Muñoz Cuauhtle.
LA INTERINA
Lo mismo ocurrió con la designación de la juez Ernestina Carro Roldán como magistrada interina, ante el litigio que mantiene Mario Jiménez que sueña con regresar al TSJE. Aunque se cerró la votación de diputados, 13 contra 10, al final también ganó la operación de Cuéllar Cisneros en el Congreso.
En un lapso no mayor a un mes, veremos lo mismo para el caso de Rebeca Xicohténcatl, si bien ya envió su terna el ejecutivo, la negativa de abandonar la magistratura y el litigio que emprendió derivarán en el nombramiento de otro magistrado interino, seguramente con los mismos resultados a favor de la 4T.
Y esas determinaciones simplemente evidencian quién trae en estos momentos el control del Congreso y, en cuestión de semanas, del TSJE.
Aprovechando la coyuntura electoral, también se anticipa el adiós de quien cobra como titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, esa posición ya trae rumbo.
Cid deberá irse acostumbrando a escuchar las golondrinas.
DESASTRE
A colación del Congreso del estado y a escasos cinco meses de que concluya la actual legislatura, queda claro que uno de sus talones de Aquiles fue la comunicación, mientras los funcionarios jugaban a la radio, olvidaron difundir las acciones de los diputados.
Lo anterior viene a cuento porque en Tlaxcala las lesiones en razón de género se castigan ejemplarmente, más de 25 años de prisión al agresor, de acuerdo con lo establecido en la legislación.
Resulta que dicha reforma fue impulsada por la diputada ecologista Maribel León Cruz, se aprobó y publicó, es decir, está vigente, sin embargo NADIE SABE, solamente ellos (los y las legisladoras), y eso quién sabe, con eso de que hay quienes solo acuden a levantar el dedo e ignoran qué están votando.
Apenas el 8 de marzo nadie desde el Congreso fue capaz de informar de tan importante reforma a los colectivos feministas que salieron a la calle, y eso evidencia que una cosa es hacer politiquería, otra jugar a la radio y una comunicar adecuadamente de lo poco que hacen bien en la legislatura que juró hacer historia.
Dicha reforma, por cierto, establece que cuando el agresor provoca lesiones a una mujer puede ser sancionado con una pena de 15 hasta 20 años de prisión, en caso de haber vínculo afectivo o de trabajo, el castigo se eleva de 20 a 25 años, y en caso de daño irreversible, o mutilar una parte del cuerpo, estas penas se elevan dos terceras partes, ¿alguien lo sabía?
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