Sin Censura
Nueva era
Por Juan Luis Cruz Pérez -octubre 25, 2021
Este lunes iniciará, al menos esa es la esperanza y la fe de miles de maestros, una nueva era en el gremio del magisterio de Tlaxcala, en la que claman una verdadera, decidida y férrea defensa de los derechos de los más de 23 mil afiliados en la entidad. El autor de este sentir es Cutberto Chávez y los integrantes de la planilla Suma Magisterial.
La semana pasada, la sección 31 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) inauguró, a casi 78 años de su creación, su vida democrática, al realizar la elección, por voto directo, de sus dirigentes.
Lejos quedaron las imposiciones cupulares de sus líderes. Ahora, al menos eso se percibe, fue la base laboral la que eligió a sus dirigentes, en un proceso en el que, si bien muchos le apostaron a la confrontación y hasta “reventar”, los comicios internos se desarrollaron sin mayores complicaciones y con el respeto de las mayorías.
Aunque antes de la jornada hubo imputaciones de todo tipo, la contienda logró una participación del 68.3 por ciento de los agremiados, pues llegaron a las urnas 16 mil 333 trabajadores de la educación, de los cuales 8 mil 478 respaldaron a “Suma Magisterial” de Cutberto Chávez y 7 mil 521 sufragó por la planilla “Lealtad”, de Arturo Morales.
La contienda interna, por momentos cruenta, no llevó a la fractura del sindicato y sus agremiados, pero sí a un punto en donde el virtual secretario general tiene ante sí la obligación de dar resultados y cumplir con la palabra y los compromisos hechos ante su base.
De entrada, deberá cumplir la promesa de auditar las decenas de millones de pesos que administró el gris Demetrio Rivas Corona; no hacerlo lo dejaría como un mentiroso y la confianza depositada en él, se iría por la borda.
También deberá mostrar su talante con el gobierno del estado y su secretario de Educación, para mejorar servicios y condiciones; está claro que Cutberto Chávez no era el candidato ni del secretario Homero Meneses ni de la administración estatal; el nuevo líder tendrá que lidiar con eso y de ser posible, usarlo como fortaleza a favor de sus agremiados.
La nueva era sindical también inaugurará la relación del magisterio con el gobierno de la llamada Cuarta Transformación local, la cual no deberá ser de confrontación, pero sí de defensa de los trabajadores y derechos generales –nunca más solo los personales y de grupo–, no hacerlo, significaría el fracaso de esta oportunidad democrática.
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