ASÍ EL AMOR
Por Edgardo Cabrera
Aunque de forma desesperada, pero realmente lastimera, el que cobra como dirigente estatal de Morena pretendió defender los recortes presupuestales del gobierno de López Obrador a Tlaxcala, de nueva cuenta, los datos y los hechos dicen lo contrario: el tabasqueño amaba más a la entidad cuando gobernaba el PRI.
El paquete presupuestal enviado ayer al Congreso del estado por la gobernadora Cuéllar reconfirmó que la caída de recursos en rubros como Obras Públicas, Cultura y Secretaría de Gobierno; en infraestructura la caída fue de más de 145 millones de pesos, en cultura de 3.1 y en políticas internas 821 millones de pesos.
Hay raquíticos incrementos para el Instituto de la Mujer o la recién creada del Bienestar, 700 mil pesos en la primera, 11 millones de pesos a la segunda. Se despilfarra más dinero público en litigios perdidos con tal de proteger los intereses económicos de empresarios amigos, o en los negocios al amparo de torneos internacionales, mientras el deporte y los deportistas estatales mueren de hambre, al igual que los campesinos.
Mientras Carlos Augusto, de cuna y origen priísta, ahora con chaleco guinda decía que era “falso” que a AMLO se le acabó el amor por Tlaxcala, en la Cámara de diputados quedó asentado que en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2023 no recibirá ni un quinto para Cultura, lo mismo que para Grupos Vulnerables, Proyectos de Desarrollo Regional, Proyectos Carreteros y Fondo Metropolitano.
El mismo documento reveló que hay un recorte de 286.4 millones de pesos para las delegaciones federales que aún no se sabe cómo lo compensarán, pero lo más seguro es que con despidos.
Las cifras federales concuerdan así con el presupuesto enviado ayer a los diputados locales, lo que viene para Tlaxcala es un sombrío año que tratará de ser camuflajeado con el circo que tanto les gusta, porque las obras que a la fecha han presumido son herencia del pasado.
INFLACIÓN Y BUEN FIN
A colación de la difícil situación económica, en Tlaxcala la inflación, es decir, la variación en los precios de los productos ronda entre 8 y 9 por ciento de incremento respecto del año pasado.
Con todo y la cifra, en una más de sus pifias, el dirigente estatal de Morena se “congratuló” porque el incremento presupuestal del próximo año sea de 4 por ciento, “es positivo, ya que la proyección de la inflación que hace Hacienda es de 4.7 por ciento”, ¡ah caray!, son unos genios sus asesores económicos, o peor aún, que él como diputado federal con licencia no vea que esa es la causa de los recortes y de los “ceros” en recursos para carreteras, por ejemplo.
En contraste, mientras el gobierno presume el “Buen Fin” y habla de millones de pesos en derrama económica, mandan al carajo recomendaciones como: el ahorro, no adquirir deudas, frenar el gasto con tarjeta de crédito y pagar lo que se pueda con las prestaciones de fin de año, todo lo anterior, de acuerdo con economistas nacionales e internacionales que advierten que frente a la inflación sin precedentes que tiene el país, y las altas tasas de interés, lo mejor es moderar el gasto.
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