BIEN DIFERENTES
Por Edgardo Cabrera
Apenas dábamos cuenta de que el Cobat se convirtió en lugar de castigo de malos funcionarios; una muestra más es la de Celerato Sartillo, miembro de aquella recalcitrante camarilla de priístas que mañosamente se dijeron “diferentes” y engañaron con el cuento de la alternancia, ahora con Morena, pero en realidad son los mismos personajes de toda la vida encabezados por su patrona.
El exdiputado local y ex alcalde de Natívitas, cargos obtenidos como priísta, fue designado al arranque de la Triste Historia como titular del Centro de Educación Continua y a Distancia (Cecutlax), poco le duró el gusto y se integró a la larga lista de funcionarios que cayeron de la gracia de la mandamás.
Fue degradado como director del plantel 14 Natívitas y puso en práctica aquello de sacar agua hasta exprimiendo piedras, y sí, encontró su mina de oro con un universo de casi mil alumnos, sin embargo, jóvenes y padres de familia ya están hartos de este añoso personaje que un día sí y otro también pide cooperación para organizar fiestas y fiestas, ahora viene la navideña.
Con sus casi ocho décadas de vida, por supuesto que tiene una larga lista de camaradas, todos ellos provenientes del PRI, que se han convertido en sus cómplices en su nuevo cargo, por ejemplo, Crisanto Carro y el hijo del ex director de gobernación de Marco Mena, Joaquín Flores González, lo cual ha causado molestia entre los morenistas de cepa de la zona.
Por cierto, el de Celerato no es el único caso de priístas, en las coordinaciones sectoriales hay otros viejos conocidos como Domitila Guevara y Ruperto Linares, este último eterno candidato en Tetlatlahuca, donde en su última participación obtuvo 34 votos para presidente municipal.
Bueno, ya no hablemos de la cabeza del Cobat, el denunciado Darwin Pérez, no pensarán que también provenga de la izquierda o de los movimientos comunistas o progresistas, menos fue a plantarse con López Obrador a Reforma, o lo acompañó en sus marchas cuando aspiraba al cargo de presidente, en esos tiempos este personaje ya comía con manteca, y éste en particular era miembro del grupo de la maestra Elba Esther Gordillo en su partido Nueva Alianza.
QUEDÓ A DEBER
¿Alguien recuerda cuál fue la primera y única Secretaría de Estado que “descentralizó” AMLO?, efectivamente, se trata de la de Cultura cuya sede la instaló en Tlaxcala y el inmueble que le otorgaron en comodato es el viejo edificio del Palacio de Cultura.
Pues eso y la nada es lo mismo, porque su titular Alejandra Frausto no despacha aquí, es más, solamente un minúsculo grupo de empleados tienen presencia, hay veces que parece haber más policías federales resguardando el inmueble, que funcionarios haciendo agenda y atendiendo los asuntos culturales del país.
La presencia de la Secretaría de Estado le quedó a deber a Tlaxcala, al igual que muchos millones, recordemos que en el presupuesto federal para este rubro para el próximo año es de CERO, sí, la entidad sede de la dependencia federal no tiene ni un quinto del gobierno de López Obrador ¿y doña Fraustro?, bien, ¡gracias!
Y en el caso del presupuesto estatal, Cuéllar Cisneros redujo en 5 millones de pesos, el ya de por sí raquítico recurso, hablamos de 47 mdp para 2023, cuando este año tenían 52 mdp. Los intelectuales, por cierto, callan, son peores que los orgánicos de la mafia del poder.
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