Los cambios y reajustes que vienen
8 agosto, 2022
Por Martin Ruiz
Los últimos días de agosto serán claves para concretar cambios en la estructura del poder que existe en la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx) y en los principales órganos de gobierno del Congreso del Estado.
Por primera vez en muchos años, veremos que un rector de la UATx, Luis Armando González Placencia, termina su periodo por el que fue electo para desempeñar el cargo, pues los últimos representantes legales de la Universidad casi siempre se iban del puesto antes de que llegara la fecha establecida.
El ex ombudsman de la Ciudad de México fue designado como rector de la Universidad Autónoma de Tlaxcala el pasado 24 de agosto del 2018 y sustituyó a Rubén Reyes Córdoba, cuyo periodo legal terminaba en diciembre de ese año.
Las familias Ortiz y la Vázquez Galicia no tuvieron otra que nombrar un representante legal que no fuera mal visto por el equipo del entonces futuro presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que iniciaría su gobierno el primer día de diciembre del 2018, de ahí que optaron por un académico como Luis Armando González que tenía relaciones y buena imagen ante los miembros de la Cuarta Transformación.
Pese a que los ortices optaron por jugar en contra del proyecto de López Obrador en el 2018 y también en el 2021 en que se realizaron las elecciones para diputados federales y la de gobernador en Tlaxcala porque apoyaron al PRI y a sus aliados, hoy su nivel de entendimiento con los gobierno federal y estatal es altísimo al grado que ya nadie se acuerda de las afrentas y acusaciones que se lanzaban contra los poderosos políticos que por décadas han controlado la UATx.
En una reciente entrevista, González Placencia reveló que antes de que finalice el presente mes deberá convocarse al Consejo Universitario a una sesión especial, en la que será designada la nueva rectora o el nuevo rector.
Dicen que una de las favoritas para suceder a Luis Armando González es la diputada Alejandra Ramírez Ortiz, sobrina consentida del ex gobernador Héctor Ortiz Ortiz y su hermano Serafín Ortiz Ortiz, exrector de la UATx, pues ella fue la que se encargó de meter en el ánimo de la actual administración encabezada por la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros a la Universidad que hoy es una aliada incondicional de las autoridades estatales morenistas.
Experta en la adulación y en la lambisconería, Alejandra Ramírez se muere de ganas de llegar a la rectoría para mostrarse empoderada y hermosa, de ahí que ella estará en espera que la designación recaiga en ella o de perdis en su actual mentiroso marido Enrique Vázquez Fernández que se desempeña como el titular de la Secretaría Académica de la Universidad, quien es recordado por presuntamente falsear información para no pagar correctamente el monto de la pensión alimenticia que le corresponde a sus dos hijos.
Se podría especular sobre otros nombres de académicos con posibilidades de suceder en la rectoría de la UATx a Luis Armando González, pero sería inútil porque al final la designación sólo le compete a los Ortiz y a su aliada familia de los Vázquez Galicia.
Esperaremos para ver en que termina el relevo de la Universidad Autónoma de Tlaxcala.
En donde también se esperan cambios y reacomodos es en los principales órganos de gobierno del Congreso del Estado. El diputado morenista Rubén Terán Águila pronto dejará la presidencia de la Junta de Coordinación y Concertación Política, posición que de acuerdo a la ley le corresponde presidir a un integrante de la bancada del PT.
El coordinador del PT en el Congreso local, Miguel Ángel Covarrubias Cervantes, espera asumir ese cargo, sin embargo legisladoras ligados al grupo de la gobernadora como Marcela González Castillo están operando para tratar de impedir que se concrete lo anterior, bajo el ridículo argumento de que su compañero no es de confianza y tampoco es bien visto por la mandataria Lorena Cuéllar.
En los últimos días la operación al interior del Congreso de Estado se ha descompuesto no sólo por la ausencia voluntaria de Rubén Terán, sino porque el enlace del Ejecutivo con el Legislativo, el lenguaraz Luis Antonio Ramírez Hernández, actual secretario del Medio Ambiente, perdió credibilidad e influencia entre los diputados y diputadas que ya no le creen más sus mentiras y promesas.
Prueba de lo anterior fue el proceso de selección del nuevo integrante del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción, el cual sufrió un revés luego que la mayoría de los legisladores miembros de la Comisión de Puntos Constitucionales, Gobernación, Justicia y Asuntos Políticos que atendió el caso decidió rechazar la instrucción de imponer al lorenista Jaime Martínez Sánchez.
Otra posición que también se encuentra muy disputada es el Comité de Administración que hoy encabeza el morenista Vicente Morales Pérez, a quien no le molestaría repetir, pero se dice que eso es complicado porque una buena parte de los 25 diputados que conforman la actual Legislatura quieren un cambio en esa posición.
Las negociaciones al interior del Congreso de Estado son intensas y si los lorenistas y morenistas se descuidan o se confían de más, podrían llevarse una sorpresa porque no se descarta que pierdan esas dos posiciones que resultan claves para la gobernabilidad del Poder Legislativo.
Vaya, como estarán las cosas que también ya se habla de probables cambios y enroques en el gobierno de Lorena Cuéllar, los cuales se darían en el marco de su primer año de administración.
Habrá que ver y esperar.
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