¡YA BASTA!
Por Edgardo Cabrera
Con un año y medio mes en el cargo, a los alcaldes y al ejecutivo estatal se les acabaron los pretextos, particularmente aquel de culpar a sus antecesores de la falta de resultados o acciones.
En el marco de sus informes de gobierno deben desterrar aquello de “no hicimos… porque nos dejaron un desastre…”, que cada uno se ponga el saco, pero con poco más de doce meses se les acabaron las excusas, tienen que rendir cuentas de lo que hicieron o dejaron de hacer.
Y en este asunto también el Órgano de Fiscalización Superior llevan su parte, con las cuentas públicas calificadas esperamos las denuncias correspondientes, pero también, que dicha instancia y las autoridades en funciones enfrenten las consecuencias de sus propios actos, desde aquellos que se negaron a colaborar con sus antecesores para la entrega de información oficial para solventar observaciones, hasta los otros que son señalados de iguales o peores omisiones.
Está el caso de Contla, cuyo alcalde morenista fue exhibido por el OFS al presuntamente falsear comprobantes fiscales, recordemos que la auditoría reveló irregularidades en los domicilios fiscales de los proveedores, nepotismo y hasta el gasto de un baile, todo ello, en apenas cuatro meses en funciones.
En la capital del estado, Jorge Corichi aseguró que hay al menos 20 denuncias penales por obras de la pasada administración y 30 de carácter administrativo, qué bueno, ahora eso deberá dirimirse en el terreno legal, ya no en lo político ni mediático.
Mientras que Xicohtzinco, a un año, sigue como tierra de nadie, la incompetencia de la administración de Cuéllar y su secretario de Gobierno para resolver el conflicto derivó que para las fiestas patrias el alcalde hiciera su festejo “virtual”, y los inconformes su verbena presencial, algo que ya raya en lo ilógico, sin olvidar los muertos y heridos que ha dejado la pugna. A los diputados también se les acabaron los pretextos para atender este asunto.
MEDALLA DE ORO
Pero quienes de plano se llevan la meda de oro de los pretextos son los de la Triste Historia, en un año ante cada yerro, surgen las justificaciones, en procuración de justicia e inseguridad los datos son contundentes, NO somos el estado más seguro, es la entidad que comparativamente con otras tiene menos delitos, incluidos los de alto impacto.
Para hablar de seguridad, tendríamos que señalar la ausencia de homicidios, feminicidios y robos, la realidad dista mucho del discurso.
Si estuviéramos en un nicho seguro, los tlaxcaltecas no habrían destinado en solo un año más de dos mil 300 millones de pesos para protegernos, desde colocar barrotes y cambiar chapas, hasta la compra de perros guardianes, contratación de seguridad privada, colocar bardas o hacerlas más grandes, los datos son del INEGI y de su Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública.
Tampoco se atacó en un año la corrupción, por el contrario, para ser alentada desde Palacio, sino cómo explicar que en esa misma encuesta aparezcan los jueces y policías municipales como los más corruptos, seguidos de los policías estatales y ministerios públicos; lo anterior explica porque 6 de cada 10 tlaxcaltecas se sienten inseguros, y 9 de cada 10 víctimas no denuncian.
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