INVISIBILIZAR
Por Edgardo Cabrera
Con tal de mantener el discurso y las cifras bajas en cuanto a denuncias, para así figurar como la entidad “más segura del país”, el Estado ha recurrido al ocultamiento de los delitos, la tortura o la fabricación de delitos con tal de arañar sentencias, ello derivó en la desconfianza en la Procuraduría General de Justicia del Estado y en una creciente percepción ciudadana en materia de inseguridad, tal y como lo reveló este lunes el INEGI.
Lo más preocupante, es la política de la invisibilidad de algunos delitos de alto impacto como la trata, el feminicidio o los secuestros.
Para el caso del INEGI, este lunes se da a conocer que mientras la Triste Historia presume ser la entidad más segura, seis de cada 10 ciudadanos se sienten inseguros, ahí no acaba la cosa, desde 2021 creció la desconfianza en las autoridades ya que 92.8 por ciento de las víctimas no denuncian, ahora entendemos sus presumidas cifras bajas.
No es que en Tlaxcala no haya delitos (y creciendo los de alto impacto), sino que la gente no cree en el sistema de impartición de justicia, y hay casos, como el documentado por Gentetlx, donde la autoridad pacta con los delincuentes para recuperar personas retenidas a cambio de impunidad, incluso de ignorar órdenes de aprehensión por trata, en el peor de los casos, torturar y matar a un implicado en una desaparición, o condenar por secuestro a pesar de que quedó documentado en video que la supuesta víctima fue obligada a declarar por policías.
CAMPAÑA NARANJA
Y mientras del lado de la Triste Historia se ocultan delitos y problemas sociales como el acoso o violencia a mujeres en la vía pública, algunos municipios como Apizaco evidencian con hechos las torpezas de instituciones como el Instituto Estatal de la Mujer.
Resulta que la semana pasada la directora del IEM, Margarita Cisneros Tzoni, refirió que no han registrado incidentes en los denominados “Puntos naranja”, por lo que dijo que “si no lo tenemos es porque no ha sucedido”, así de plano.
Pero la realidad es distinta, en Apizaco, a solo ocho días de que el alcalde Pablo Badillo lanzó la llamada Estrategia Naranja de Seguridad ya sumaba dos casos atendidos, y para la siguiente semana acumulaba once, entre ellos el rescate de una mujer y sus dos hijos de una casa donde era violentada por su cónyuge; así como el caso de otra víctima que de forma reiterada era acosada en una terminal de transporte, ¿dónde estaba el IEM?, porque la funcionaria estatal nunca se enteró.
PALOMITA
A colación de Apizaco, recientemente el alcalde panista fue bien rankeado por una publicación nacional que da cuenta del trabajo de los presidentes municipales del país, Pablo Badillo fue incluido en una lista donde aparece Luis Donaldo Colosio Riojas de Monterrey, Eduardo Rivera de Puebla, Lía Limón de Álvaro Obregón y Adrián Rubalcava de Cuajimalpa de la Ciudad de México.
Ante la caída de las participaciones estatales y federales a favor de los municipios el de Apizaco le apostó al ingenio, como crear un escuadrón especial para atender la violencia contra mujeres, fomento del deporte con un singular gimnasio al aire libre y está por recuperar un espacio más abandonado por años, o apoyar con becas a jóvenes emprendedores en el extranjero, lo que le valió la mención en el ranking.
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