Tlaxcala si existe… Para el Crimen
6 de octubre 2022
Por Mauricio Hernández Olaiz
Gratas no son. Esas imágenes, videos que nos hacen sentirnos en otra localidad. Pero es Tlaxcala, la que sí existe, ahora también para el crimen.
Antes era Tamaulipas, Guerrero o Guanajuato, ahora es Tlaxcala. Así empezaron las anteriores. Los defensores de Lorena salen a culpar a otros, que Panistas o priistas tampoco pudieron con la inseguridad. Cierto, tampoco. Pero lo que no se puede negar es que jamás se había visto lo que hoy se ve, en un gobierno que prometió una nueva historia, un gobierno que prometió abatir la delincuencia, no solo no lo ha conseguido, esta se ha incrementado.
Cierto es también que los índices delincuenciales han crecido en todo el país. La estrategia de abrazos no ha funcionado, se han incrementado los balazos, pero la 4T se niega a reconocerlo, igual que la triste historia, mientras que los homicidios, feminicidios, robos, secuestros, desapariciones ya son cosa de todos los días, en todo el estado.
Pero los gobiernos de la transformación tienen otros datos, esos que solo les sirven a aquellos que están en el poder para justificar su fracaso.
A López le quedan menos de 2 años, su cuarta transformación nunca llegó. A Lorena le quedan poco menos de 5, aún podría haber solución. Pero eso dependerá de sus verdaderos intereses.
En Tlaxcala, si había robos, si había homicidios, algún feminicidio, pero siendo totalmente honestos, nunca como hoy. No sé si sea mera casualidad, pero coinciden los incrementos de la criminalidad, toda, luego de ese discurso desafortunado de la gobernadora durante la visita del presidente, en donde presumió la magnífica seguridad del estado con solo 300 elementos policiacos.
Claro que el dato era erróneo, pero la delincuencia no lo sabía, y lo tomó como una invitación a delinquir en toda la entidad.
Tlaxcala si existe. La gobernadora casi invitó a este paraíso para los ilícitos. Con solo 300 elementos los hampones claramente vieron la oportunidad y la tomaron. Pero aún que hay más de 3000 policías, tampoco han sido suficientes para detener la ola delincuencial.
Y si le agrega la evidente incapacidad del secretario de gobierno, de la procuradora, de los tres secretarios de seguridad ciudadana, el prófugo, el interino y el invisible, pues el asunto se complica.
La realidad es que la inseguridad está a niveles nunca antes vistos en Tlaxcala. ¿Será que por fin la mandataria abrirá los ojos a la realidad y escuchará las voces de las víctimas?
O mantendrá su juego perverso de simulación en donde su argumento es que en Tlaxcala no pasa nada. Pero tristemente, Tlaxcala también existe…pero para el crimen.
La Mesera.
Marcela González, diputada líder de la bancada de morena en el congreso y presidenta de la junta de coordinación y concertación política, se ha convertido en la mesera más eficiente durante las sesiones del pleno.
No importa el tema que se esté discutiendo, no importa su relevancia o trascendencia, Marcela va de un lado a otro, sube, baja, sale, entra, habla con uno, con otro, con varios. Va de curul en curul, distrae, interrumpe, no se está quieta un segundo.
En su propia curul no logra permanecer sentada más de 5 minutos. Si acaso solo para el pase de lista. Luego de eso sale disparada a todos lados y a ninguno.
Con papeles en mano, sin ellos, chateando, hablando por móvil. Igual distrae a un diputado del pleno que a la propia mesa directiva, no hay distingos, ni momentos, ella solo sigue de un lado a otro toda la sesión. Caminando, corriendo, brincando.
Si hay un tema anti-gobierno en tribuna, usualmente generados por Cambrón o Águila, toma un respiro y se sienta. Comienza a transcribir a velocidad récord lo que los diputados opositores (2) manifiestan en tribuna. Su WhatsApp saca humo, pero no deja pasar un instante de su transcripción.
No hay duda Marcela González sería una excelente mesera o una formidable Taquígrafa. Nos dicen, los que más experiencia legislativa tienen, que nunca habían visto a un presidente(a) de la junta tan inquieta. Eso me dicen ellos, como también me dicen que es la mejor evidencia de su gran inexperiencia y de su total falta de tacto político.
Pero así lo quiso la gobernadora.
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