TODAVÍA APLAUDEN
Por Edgardo Cabrera
Que durante este año se incrementaran en 300 por ciento los recursos de revisión y que las denuncias por opacos crecieran 150 por ciento no son buenas noticias, por el contrario, es claro que la nueva Triste Historia, con sus tristecitos ayuntamientos, son los paladines de la opacidad.
De ahí que no se explica como la semana pasada el consejero Jurídico del Gobierno del Estado de Tlaxcala, Rufino Mendieta, le echara porras a su jefa y hasta presumiera que el despacho de la gobernadora fue reconocido, como la dependencia “más transparente”, ¡ajá!, ¿sí, como no?
Los datos y las porras ocurrieron la semana pasada en la sede del Órgano de Fiscalización Superior donde la comisionada presidenta del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales, Maribel Rodríguez, presentó su informe de actividades, con datos que causan alarma, son de preocupar y, por tanto, no hay nada que aplaudir.
Es muy mala noticia que en 2022 se registraran 794 recursos de revisión, 300 por ciento más que en 2021; que las denuncias por incumplimiento a las obligaciones de transparencia, sumaran 336, 150 por ciento más que el año pasado y que los ayuntamientos fueran los más denunciados, con 146 procedimientos.
¿Ante qué estamos?, claramente ante gobiernos opacos, negados a transparentar cómo aplican los recursos públicos y en develar lo que por ley debe ser público, como por ejemplo los contratos y los procedimientos para entregarlos, los sueldos reales, no los ficticios que publican mañosamente en algunas páginas.
El de Cuéllar no es un gobierno que promueva la transparencia como engañó su jurídico al decirse “altamente preocupado y ocupado”, por ello quizá le salió desde su subconsciente eso de confundir una “nueva historia”, con una “nueva histeria”, porque efectivamente es esto último, en el ejecutivo y muchos ayuntamientos hay parálisis, nerviosismo, lloran y gritan de forma exagerada, y convulsionan, todas las anteriores, características de la histeria nueva de la que habló Rufino.
EL DESPACHO
Cuando hablamos de opacidad, es que realmente hay opacidad, de los 794 recursos de revisión y 336 denuncias por incumplir la ley de transparencia, varias son de este medio que con documentos en mano constatamos que el de Cuéllar es un gobierno que oculta contratos, porque son leoninos, que no revela el gasto ni el procedimiento para los viajes al extranjero, ni justifica el funcionamiento de una oficina en Estados Unidos.
Solamente citaré un caso del despacho de su “jefa”, de la que Rufino Mendieta presume como ejemplo, sí, efectivamente, es ejemplo de contestar rápido a las solicitudes, pero con una negativa o con excusas para no dar a conocer, por ejemplo, ¿el contenido de las bitácoras de vuelo de las aeronaves?
Recursos van y vienen en distintas dependencias, todas se echan la bolita, o en este caso la solicitud, y es la hora que ni Seguridad Pública, ni Finanzas, Salud, ni nadie sabe dónde está esa información, no olvidemos que dos helicópteros fueron asignados, uno como supuesta patrulla aérea, el otro como ambulancia, pero nadie sabe qué hacen, cuánto cuestan, cuáles son sus vuelos y a dónde vuelan, es más, dónde están y a qué hora despegan.
Con decretos en manos, ambas aeronaves estaban en resguardo del despacho de su jefa, pero luego fueron trasladados en febrero de este año, a Seguridad Ciudadana, pues ni de las bitácoras de antes de esa fecha, ni de después, han querido mostrar. ¿Y así tienen el descaro de decirse transparentes?
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